martes, 12 de mayo de 2015

De “Gorrillas” náuticos y otras curiosidades italianas

Todos, o casi todos, sobre todo si somos andaluces, estamos habituados a los tradicionales “gorrillas” que nos “buscan, facilitan, ayudan y vigilan” nuestro aparcamiento y nuestro coche/moto -tendría que hablar en pasado, ya que hace algún tiempo decidí liberarme de la esclavitud de los vehículos terrestres ¡pero mira que soy raro!- esta figura, que en nuestra amada “tierra de liebres y conejos” (Hispánia para los leídos y escribídos) como sería llamada por los primeros griegos que se aventuraron por estas costas intentando comerciar con los tartésicos, se ha acabado convirtiendo en un “o me sueltas la mosca o te re-decoro el coche/moto”.

Ya nos situamos en el tipo del que hablamos ¿no?, pues bien, en Italia existe una versión náutica... los “omaggiatore” (Don Anónimo acaba de corregir mi pesimo italiano... no son "omaggiatore", sino "ormeggiatore". Gracias de nuevo Don Anónimo... pero es curioso que amigos italianos que han leído el post no hayan caído en la cuenta de tan garrafal error y eso que a algunos se lo pasé con antelación para que corrigieran o actualizaran alguna de la información contenida, seguramente debe de ser achacable a lo similar de ambos términos).

Omaggio en italiano es “homenaje”, pero también es “propina” y es de esta segunda acepción de donde viene el nombre del oficio.

Especímenes de Gorrilla Ibérico en acción
Pongámonos en situación... llegamos en nuestro flamante -o no tan flamante- barquito a un puerto público no deportivo, y esta es “conditio sine qua non”... PÚBLICO NO DEPORTIVO, italiano, buscando un amarre en algún pantalán o boya o muerto, que evidentemente no hemos reservado porque nos han dicho -Sta. Guía IMRAY, Biblia verdadera del crucerista avezado- que en Italia, en los puertos públicos no se reserva amarre... y de pronto comprobamos, algo acojonados ciertamente, como tres o cuatro “gommones” o barquichuelas con un tipo o un par de tipos a bordo -si es un puerto grande o mediano, si es un puerto pequeño no habrá ni gommone, será un tipo pegando voces desde el pantalán o el muelle-, se lanzan hacia nuestra querida embarcación, como solo un italiano es capaz de hacer volar esos chismes dentro de un puerto, rivalizando entre ellos por llegar los primeros a nuestra banda (esto puede llegar a convertirse en una carrera de “barcas de choque”). Haciendo espavientos y hablando a voz en grito... “Aquí... aquí”... “Yo... yo”.

Una vez superado el susto y el trance, caemos en la cuenta de que son los famosísimos “omaggiatore” ("ormeggiatore"), de los que en alguna ocasión habíamos oído hablar a algún crucerista francés, o inglés, o habíamos leído de su existencia en las bitácoras publicadas de algún navegante patrio.

Seleccionar el omaggiatore ("ormeggiatore") adecuado es toda una ciencia, pues no debes de fijarte en lo bonita que es su barca o su gommone, debes de haber estado “ojo avizor” y haberte dado cuenta de que zona del puerto provenía el tipo, como está esa zona, que tipo de barcos hay y como están amarrados, como de despreocupados están los ocupantes de esos barcos... ¡en fin! Toda una pléyade de detalles, de esa selección dependerá tu bienestar o malestar en ese puerto italiano.

Estos individuos, tras haber negociado y regateado el precio de sus servicios -recordad que en Italia TODO se negocia y se regatea- te guían hacia un pantalán determinado, o hacia una boya determinada, o suben un muerto donde tu jamás hubieras pensado que podía haber uno, te ayudan en las tareas de amarre y más.

Si has elegido bien -como ya he dicho antes, toda una ciencia por si misma-, el omaggiatore ("ormeggiatore") te hará la entrada y salida del puerto, se ocupará por ti, de los trámites ante la capitanía, los carabineros, la guardia de finanzas... (todo eso dependiendo de tu bandera). Si has elegido bien, te proveerá de diésel a un precio “no náutico”, de agua, incluso será capaz de hacerte la compra de fruta, verdura, carne, pescado... Y esto, como bien podéis comprender, te da mucho tiempo, seguridad y confianza para posteriormente ponerte tu a investigar por tu cuenta, a descubrir por tu cuenta... sobre todo, porque el tipo, te habrá indicado también esos lugares que los “locales” conocen y tu no.

Logo de la LNI
Ahora bien, ¡Amigo!, si has elegido mal, date por j...do, porque tras amarrarte, si es que lo llega a hacer y no se queda de brazos cruzados mirando desde su gommone como te deslomas para intentar amarrar, cobrará su omaggio y no lo volverás a ver mas... y ahí es donde a ti, españolito de pro, te tocará buscarte la vida, primero frente a la farragosa administración pública italiana, y luego frente a todo lo demás.

Durante los años de “bonanza” esta actividad descendió mucho, pero con “la crisis”... y conociendo a los italianos y como “bichean” para sacar una lira...

Otra de las curiosidades náuticas italianas, son los pantalanes/amarres de la “Lega Navale Italiana”. Esta, es una asociación medio pública -la Armada Italiana, los Carabineros, la Guardia de Finanzas forman parte de los “patronos” de la Liga-, medio privada, tipo “Club náutico” a nivel nacional, que se encarga de fomentar la náutica de recreo, la competición náutica, la cultura náutica... ¡vamos! Todo lo relacionado con el mar.

Bien, esta Liga Naval, tiene amarres en todos los puertos públicos italianos, amarres que utilizan para sus actividades náuticas y para sus socios -cualquiera puede ser socio de la Liga- en tránsito, y además, y he aquí lo interesante -para nosotros-, para cualquier transeúnte que sea miembro de un club náutico, que llegue hasta sus pantalanes enarbolando el gallardete de su club. Estos atraques suelen ser bastante económicos, suelen estar “aseaditos” y bien vigilados -no en vano, los barcos de los guardacostas atracarán cerca vuestra-. Así que cuando veais que el atraque que os ofrecen los omaggiatore no os convence mucho, dirigiros directamente a esos atraques de la Lega Navale Italiana, os tratarán muy bien, siempre y cuando no seáis unos cafres -entendámonos... no salir en bolas a la bañera del barco, estar medianamente aseados, no armar follón con festejorros y barbacoas salvajes en la bañera...- En la propia oficina de la Lega Navale, podremos hacer fácil y rápidamente todas las tareas administrativas de entrada-salida, nos aconsejarán sobre la meteo local, y todas esas ayuditas que tan bien recibidas son cuando llegamos a un puerto ajeno al nuestro.
Gallardete de la LNI - suele estar izado en todos sus muelles y pantalanes

Eso si, además del gallardete, deberéis justificar vuestra pertenencia a un Club Náutico, con la tarjetita de marras que nunca nos acordamos donde la hemos dejado. Incluso si “nos portamos bien”, ellos mismos, se encargan de notificar a la oficina local del puerto siguiente de nuestra arribada, para que no les pille de sorpresa y nos tengan un amarre “aseadito” esperándonos, cosa que también es de agradecer.

Para poneros en contacto con ellos, podéis hacerlo a través de su web: http://www.leganavale.it

Para ver las direcciones de sus oficinas, teléfonos, correos electrónicos... hacéis click sobre “dove siamo” y una vez allí, seleccionáis la zona deseada. Os aparecerá una lista con sus delegaciones y todos sus datos, además de un mapa google donde con un gallardete o con su escudo marcan los puertos/localidades donde se encuentran. Fijaros que en los datos de las delegaciones locales hay o suele haber dos direcciones, una la de la “sede social” y otra la de la “sede náutica” que suele estar ubicada en el puerto.


Aqui os dejo esto... basado en mi propia experiencia. Puede que algunas cosas hayan cambiado, ya sabéis “la jodida crisis” y todo eso...

11 comentarios:

  1. Paco, muchas gracias por la información, este tipo de explicaciones te facilitan la vida cuando te vas mas allá de los mares patrios. Mi experiencia con los “omaggiatore” es muy pequeña y ¡ay!, como bien explicas, de mala elección en algunos casos. Como muestra un botón. ¡Cuánto habría ganado de haber sabido lo de la “Lega Navale Italiana”!. Me voy a tener que comprar un gallardete de mi club. Aquí la historia. El 22 de Abril del 09 llegamos mi santa y yo a Crotone. Veníamos de Siracusa y era una escala técnica camino de Gallipolli. Mi intención era meterme donde la “Lega”, pero al entrar en puerto , desde la gasolinera, un tío cojo empezó a hacerme señas para que me acercara y me dirigió hacia esa zona, junto a una pequeña motora, la única en todo el muelle. Esta pequeño dato debía haberme mosqueado, pero, torpe de mí, metí la proa para fuera y me encaminé de “culo” a amarrarme al muelle. Tengo que decir en mi defensa que necesitaba llenar de diesel y tener la gasolinera al lado facilitaba los trámites. Al día siguiente quería salir de madrugada. Tuve suerte que a esas horas el mar estaba como un plato y limpísimo, lo que me dejó ver los “piedrolones” que a escasos centímetros de la pala de mi timón amenazaban con golpearlo si las condiciones empeoraban. Como soy medio tonto, no pensé en cambiar de lugar y solo me limité a darle la vuelta al barco. De proa desaparecía el problema. En resumen, el “gorrilla” nos cobró 40€ de vellón y cuando por la tarde empezó a entrar ola por la bocana, el Viriato se movía como una coctelera y cabeceaba igual que un caballo. ¡Imagina el problemón si hubiera estado de popa!. Lo de los 200€ en Lípari en un sito malo de narices lo dejo para otra ocasión.

    Un fuerte abrazo

    Viriato

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  2. O sea, Don Viriato... pilló Vd. al "gorrilla" chungo... Bueno, y lo de los pantalanes flotantes esos en la Marina Larga de Lipari... son "Puerto Deportivo"... una concesión privada, y para colmo en la Marina Larga... para estar con un poco más de resguardo, es mejor el "contra-puerto" (porque el puertecito suele estar abarrotado de pescadores) de Marina Corta... si mira Vd. en google maps verá el contrapuerto que le digo...

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  3. Paco, un favor, no me trates de usted, yo, como amigo que ya te siento mio, te estoy tuteando e igual que Fernando... ¡No soy tan viejo!
    Respecto a lípari, estuvimos amarrados en un pantalán situado en el puerto de pescadores, hacia el exterior. Era primero de Agosto y fiesta en la ciudad. ¡Había más gente que en la guerra!

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  4. Vaaaaaaaaale Cesar.... no es cuestion de edad... son costumbres jejejejejejejejejejejejeje

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  5. A ver si hoy San google me deja comentar. Pues que gracias por tu aportación, Paco, super útil para todo los que se tienen que bregar con esos locos romanos. Una vez, en Siracusa ante el espanto que me produjo el precio de una marina me respondieron:
    ¡Ma la colazione è inclusa! Me quedé ojoplática. A la mañana siguiente había un bollo suizo dejado caer en cubierta, todo picoteado por las gaviotas que ya se sabían el truco.

    Abrazos a todos

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  6. Pues te ha dejado Ana, te ha dejado... sobre los locos romanos... acabo de incluir una afotillo -de un galo irreductible- con dedicatoria ... porque llevas toda la razón del mundo, "Delirant isti Romani!"... ¿y te quejas?, jo... encima de que le daban "la colazione" a las gaviotas... evitandote el trabajo a ti. jajajajajaja

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  7. Como ya he comentado en alguna ocasión, en casa suspiramos con ir a Sicilia alguna vez, es más, yo sueño con hacerlo navegando...
    Si ese anhelo se cumple algún día, prometo acordarme de esa Lega Navale, vaya que sí.
    Siempre se aprende algo nuevo, gracias.

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  8. Muy interesante Paco, muchas gracias por la información.
    Por cierto, yo también me deshice del coche hace mucho tiempo, la verdad es que fue una auténtica liberación.

    Un abrazo,
    Javi

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  9. ormeggio: amarre
    ormeggiatore: amarradores

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  10. Que lindo relato Paco¡¡ me encanto. Muchas gracias por compartirlo
    Tenia una consulta ...este año en Junio quiero darle la vuelta a Sicilia .... estoy en duda si en sentido horario o antihorario ....cual me recomiendas?
    Saludos Daniela

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